Empecé con las clases de post parto a los 2 meses de nacida Sofi, podría decir que fue uno de los primeros espacios personales que recuperé y me hizo sentir muy bien.
Al mismo tiempo, encontré por primera vez una clase de gimnasia que me gusta y motiva, por ser un grupo reducido, lo que la hace más personalizada, con cuidado puesto en las posturas de los ejercicios propuestos y a su vez, con exigencia física.
Además es un espacio que si se quiere se puede compartir con los peques, mientras ellos juegan, nosotras ejercitamos y compartimos algunas charlas.