Tanto los cursos de preparación para el parto como los ejercicios de relajación, respiración y tonificación de los músculos fueron de vital importancia para padres primerizos como éramos nosotros.

Al tener conocimiento de cómo actuar frente al parto, los dolores del mismo se hicieron más soportables.

En síntesis, toda la preparación que realizamos para el parto nos brindó seguridad y tranquilidad en ese gran momento que fue el recibimiento de Juan Antonio.